domingo, 27 de septiembre de 2009

DEMODEX


Definición
Dermatosis parasitaria muy poco contagiosa, debida al desarrollo en los folículos pilosos de un ácaro oportunista específico del perro, Demodex canis (presente fisiológicamente en un 50 % de los perros adultos asintomáticos).




Otros nombres

- Demodecidosis. - Piodemodicosis (demodicosis generalizada).
- Sarna demodécica o demodéctica
- Sarna folicular
- Sarna roja (en algunos países esta denominación se aplica a la sarna sarcóptica).
- Sarna gris.

Las tres últimas denominaciones son incorrectas, puesto que los ácaros del género Demodex no causan sarna (no cavan galerías) y no suelen provocar prurito.







Importancia clínica
- Esta parasitosis afecta casi exclusivamente a perros jóvenes.
- Ectoparasitosis cosmopolita.
- Se observa durante todo el año.
- Es bastante frecuente en criaderos, pero suele aparecer de manera esporádica, en varios cachorros de la misma camada.




Transmisión
- Las únicas fuentes de parásitos son los perros parasitados (enfermos o portadores sanos).
- Los cachorros se infestan por vía cutánea, por contacto directo con la madre infestada en los primeros 3 días de vida, durante la lactación o el aseo.
- Ausencia de contagio horizontal (entre perros de la misma edad). - Ausencia de transmisión intrauterina.


Factores favorecedores
- Perros de raza (el 80 % de los casos de demodicosis generalizada) entre 3 meses y 3 años.
- Todas las razas pueden padecer esta enfermedad, pero la incidencia es mayor entre las de pelo corto (aproximadamente, un 60 % de los casos) y piel con pliegues.
- Humedad o baños demasiado frecuentes.
- Carencias (vitaminas A, C, K, B6 y aminoácidos azufrados) o excesos (vitamina A) alimentarios que puedan favorecer un estado seborreico.
- Piel seborreica (los ácaros del género Demodex se alimentan con sebo), irritada, o con pH demasiado alcalino.
- Linajes de perros que padecen una forma de inmunodeficiencia (disfunción de los linfocitos T y proliferación de linfocitos B, que alteran el reconocimiento de los antígenos parasitarios). En este caso, la mayoría de los cachorros de una misma camada presenta los síntomas durante el primer año de vida. Sin embargo, esta "inmunotolerancia" es específica de D. canis y los animales afectados responden normalmente a las vacunaciones.
- Desequilibro endocrino patológico (hipotiroidismo, diabetes, síndrome de Cushing o estrés) o fisiológico (estro, gestación, lactación)
- Enfermedades intercurrentes (toxocarosis, sarna sarcóptica, epífora, etc.)Diagnóstico

Diagnóstico clínico

- Ausencia de contagio aparente y de prurito, y localización característica de las lesiones iniciales en las zonas más húmedas del cuerpo.



Diagnóstico de laboratorio

- Búsqueda de parásitos al microscopio en una muestra de raspado cutáneo profundo con lactofenol. Estas muestras se obtienen presionando las pústulas y recogiendo el pus blanquecino. - Deben visualizarse huevos o formas inmaduras (reflejo de la reproducción activa del parásito) para distinguir la colonización asintomática de la demodicosis clínica.
- A veces se encuentran parásitos de manera fortuita en un análisis coproparasitológico (ingeridos por el animal al lamerse o mordisquearse).
- No suele ser necesario efectuar biopsias cutáneas de las lesiones para confirmar el diagnóstico (excepto en ciertas razas, como el Shar-pei), dado que en caso de demodicosis clínica los parásitos son generalmente muy numerosos. No obstante, los infiltrados celulares permiten confirmar el mecanismo inmunitario.



Tratamiento
- Demodicosis seca(Tratar solamente las formas extensas) - Esquila, si es necesario. - Champú antiseborreico (peróxido de benzoílo).
- Ácidos grasos esenciales y vitamina E.
- Amitraz al 0,5 p. 1.000 (solución al 5 % por perro), a razón de una aplicación cada 2 días (sobre las lesiones y en su periferia) la primera semana y luego, una vez por semana durante uno o dos meses. Durante el tratamiento puede observarse un estado de somnolencia, que desaparece en 24 a 36 horas; es posible atenuar este efecto secundario administrando el fármaco después de una comida o, en los casos más graves, con un antídoto (atipamezol, 0,2 mg/kg por vía intramuscular).
En cuanto se observa una mejoría (aproximadamente al cabo de 3 semanas de tratamiento), se puede suspender el fármaco y reemplazarlo por un collar acaricida con amitraz.
- Endectocidas: utilizables cuando fracasa el tratamiento con amitraz (p. ej.: milbemicina, 1,5 mg/kg/día por vía oral, ivermectina, 600 µg/ kg/día por vía oral, moxidectina 200 µg/kg/día durante 1 a 5 meses). - Asociar un antiséptico local (clorhexidina o hexamidina), que no debe aplicarse los días de tratamiento con amitraz. - En las formas graves, es necesario instaurar una antibioticoterapia por vía general (cefalexina, lincomicina, eritromicina, etc.)


Pronóstico
- Favorable para la demodicosis seca (un 90 % de curación espontánea). - Depende de la edad (más favorable cuando los síntomas aparecen al final del crecimiento). - Menos favorable para la demodicosis supurativa, que puede incluso ser fatal sin tratamiento
- Evitar los baños demasiado frecuentes, las sustancias irritantes y la corticoterapia (sistémica o local) antes del año de edad.
- Excluir de la reproducción las hembras que padecieron demodicosis y los machos que transmiten una predisposición genética a esta enfermedad. - D. canis es muy sensible a la desecación y no sobrevive en el medio externo (parásito obligado del folículo piloso); por lo tanto, no se observa contaminación a partir del medio ambiente. Evolución y factores de riesgo
- La demodicosis seca suele curar espontáneamente si el estado del animal es bueno.

jueves, 10 de septiembre de 2009

COMO BAÑAR TU PERRO

Muchos expertos coinciden en señalar que no es conveniente bañar a los animales, ya que el olor es su medio de identidad y de comunicación. Sin embargo, en el caso de las mascotas domésticas, este proceso es imprescindible para mantener la higiene en el hogar y evitar que las personas contraigan determinadas infecciones. Además, cuando los perros están en casa es más agradable que estén limpios y huelan bien. No obstante, conviene seguir una serie de consejos para que no resulte perjudicial para su salud.

Los baños deben ser regulares pero no de forma muy continuada, ya que ello puede disminuir las defensas que el animal posee en la piel, reducir la grasa que proporciona al pelo la lubricación, la sedosidad y así evitar el resecamiento de la piel y, en consecuencia, la aparición de caspa. También es perjudicial bañar al perro con mucha frecuencia porque la humedad permanece en el animal durante dos o tres días, aunque se la haya secado con cuidado. Eso sí, si se baña regularmente en el agua del mar habrá que ducharlo cada dos o tres días.

Pasos a seguir en el baño de tu perro

Bañar a un perro no es tan sencillo como pueda parecer, ya que es necesario seguir unas pautas para evitar hacer daño al animal, por ejemplo, introduciendo agua en los oídos.


1. Cepillar y peinar el perro antes de meterlo en la bañera.

2. Asegurarnos que la temperatura del agua esté tibia.

3. Aplicar el champú por el lomo y extenderlo hasta las patas, dejando la cabeza para lo último.

4. Cuando se proceda a lavar la cabeza, hay que extremar las precauciones para evitar que el jabón se introduzca en sus oídos o en sus ojos. Puedes utilizar algodón para tapar sus oídos, recuerda por eso quitárselo al finalizar el baño.
5. Enjuagaremos al perro echándole agua de adelante hacia atrás. Esta es una de las fases más importantes del baño y conviene realizarla a conciencia, porque muchos perros sufren transtornos en la piel, debido a los restos de champú o jabón que les dejan sus dueños al bañarles.

Después del baño
El proceso de higiene del perro no termina con el baño sino que, a continuación, se debe proceder a su secado. Es conveniente acostumbrar al animal al secador de pelo desde pequeño, ya que es el medio más eficaz y rápido, evitando que la humedad persista durante demasiado tiempo. No obstante, hay que cuidar que el aire caliente no penetre en sus oídos.



Antes de utilizar el secador se hace un primer secado con una toalla, con la cual se le acaricia, sin frotar, y siempre en sentido descendente para evitar los rizos. En la actualidad, incluso existen secadores especiales para perros, que controlan bastante el ruido, lo que más asusta a estos animales.

Por último, para completar todo el proceso hay que proceder a peinar y cepillar al perro. Dependiendo del tipo de pelaje del animal este cepillado deberá ser más o menos duradero y exhaustivo.

martes, 8 de septiembre de 2009

LA ALIMENTACION DEL CACHORO


El desarrollo y el crecimiento de los cachorros de algunas razas se completan el primer año de vida, por lo tanto este periodo es de una importancia vital y macarà su futuro en todos los aspectos; la alimentación es uno de ellos. Durante estas 52 semanas necesitará satisfacer las necesidades nutricionales de la manera más equilibrada posible para conseguir un desarrollo satisfactorio de las funciones vitales, unos huesos y dientes fuertes, una buena visión y un pelo sano y brillante.

En momentos determinados de esta etapa necesitará hasta el doble de nutrientes que un perro adulto.
Las necesidades calóricas de los cachorros disminuyen gradualmente hasta las necesidades de un perro adulto en un tiempo que depende de cada raza, de manera que entre las 6 y las 8 semanas requieren hasta tres veces más que las de un adulto. Cuando el cachorro tiene 16 semanas, la cantidad anterior menguará hasta dos veces la cantidad de un adulto.El crecimiento del cachorro es muy rápido, de manera que la alimentación deberá ser muy específica para proporcionarle la nutrición necesaria y adecuada de formar una estructura ósea fuerte, unos buenos músculos y suficiente energía para crecer. Los estudios que se ha realizado en Affinity demuestran que la comida de los cachorros debe ser rica en calorías y en nutrientes esenciales, como los aminoácidos, que forman las proteínas, el calcio y el fósforo.

Una dieta correcta y equilibrada
Si la dieta que proporcionamos a nuestro cachorro es completa y equilibrada no es necesario añadir ningún complejo vitaminico. Es más, se ha demostrado que el exceso de ciertas vitaminas puede ser tóxico, y que, por ejemplo, el abuso de calcio, fósforo y la vitamina D puede alterar el desarrollo de los huesos.

Para saber qué tipo de alimento proporcionamos a nuestro cachorro deberemos fijarnos en las etiquetas de los envases. Las etiquetas poseen el análisis garantizado de los niveles mínimos de grasa bruta y los máximos de fibra bruta y humedad. La etiqueta también debe indicar si el alimento es apropiado para todas las etapas de la vida (gestación, lactancia, crecimiento y mantenimiento adulto) o sólo para una etapa concreta.

Si el producto no proporciona una nutrición equilibrada y completa la etiqueta debe indicar que no se debe administrar como única fuente de alimento, o contener alguna información similar. Por ejemplo, los snacks que damos al cachorro como premio no son alimentos completos y además tienen muchas calorías, por lo tanto no los debemos administrar como alimento único. También debemos asegurarnos que los alimentos se hayan sometido a estudios y controles. Si no encontramos la información deseada en la etiqueta del producto consultaremos con el veterinario o contactaremos con el fabricante.

Su espacio para comer
El espacio del que dispondrá el cachorro para comer deberá ser siempre el mismo; deberá estar en un lugar de fácil acceso, y que no sea de paso para que el cachorro coma tranquilo. No cambiaremos esta ubicación a no ser que sea necesario.
Es importante que mantengamos siempre los recipientes limpios, que estén sujetos o pesen para que no vuelquen con facilidad y que tengan debajo una alfombra o papeles para facilitar su limpieza. Deberemos tener especial esmero con el agua y procurar que no le falte, y que esté siempre limpia y fresca.

Con qué frecuencia debemos alimentarle
Entre las seis y las ocho semanas de edad le alimentaremos tres veces al día. Retiraremos el recipiente al cabo de 20 minutos aunque se lo haya comido todo en dos o menos. Este procedimiento es muy importante para su educación. A los seis meses empezaremos a darle de comer dos veces al día hasta que se haga adulto.
Es importante que controlemos que no alcance sobrepeso, así que consultaremos las raciones adecuadas en las bolsas de los alimentos, ajustaremos las cantidades y, si es necesario, pediremos consejo al veterinario. Debemos saber que el estómago del cachorro no debe sobresalir y que hemos de poder palparle las costillas.

Puede que con el cambio de hogar, el cachorro sufra trastornos leves que le produzcan problemas digestivos, así que, aunque es mejor no cambiarle la dieta, si no queda más remedio lo haremos de manera progresiva durante 7 ó 10 días y de la siguiente manera: primero mezclaremos un poco de la nueva comida con la habitual, e iremos aumentando esta dosis a medida que, también durante diez días, disminuyamos la dosis de la habitual. Este proceso es especialmente importante en el cambio de comida enlatada a comida seca.

Con cachorros no destetados o razas pequeñas a veces es necesario humedecer el pienso con un poco de agua para facilitar su ingestión. A medida que crezca podemos disminuir la cantidad de agua o mantenerla.

Qué no debemos darle
No le daremos nunca agua muy fría porque puede hacerle daño.
No le daremos huesos. Podría atragantarse con ellos o rasgarse el cuello, el estómago o los intestinos.

Tampoco le daremos restos de comida. Podría adquirir un mal hábito si lo toma como un capricho, y le podría producir obesidad ya que son ricos en calorías.
No le daremos comida mientras nosotros estemos comiendo en la mesa, ni permitiremos que nadie lo haga ya que podría acostumbrarse a pedir o a coger la comida de la mesa.
No le daremos comida de gato ya que, como es lógico, esta comida está exclusivamente destinada a las necesidades del felino y no a las del cachorro.

Durante el adiestramiento es importante premiar al cachorro con una pequeña golosina, una galleta o una bolita de pienso, si actúa correctamente y obedece, pero debemos evitar darle golosinas o premios entre las comidas.

Los premios no deben ser alimentos humanos ya que algunos, como, por ejemplo, el chocolate, son tóxicos para el cachorro.

miércoles, 2 de septiembre de 2009

PIOMETRA

La piómetra es una enfermedad infecciosa producida por bacterias y se caracteriza por la presencia de pus dentro de la cavidad del útero o matriz. Afecta a perras y gatas de mediana o avanzada edad, aunque con menor frecuencia puede afectar animales mas jóvenes.

Generalmente aparece después de haber transcurrido la época del estro, después del celo cuando los niveles de progesterona están más altos. Las causas son variadas pero están relacionadas con disturbios hormonales y la edad.

El animal cuando padece esta enfermedad está decaído, tiene secreciones de pus por vagina (a veces no), toma mucha agua, apetito disminuido.


Es una cuadro infeccioso severo por lo que puede producir una Insuficiencia renal, alteraciones hepáticas, peritonitis, etc. por las toxinas que se encuentran en el torrente sanguíneo. El tratamiento de la piómetra posible es la cirugía, consiste en la extirpación del útero y los ovarios. Cuando no queda otra alternativa que recurrir a la cirugía y "vaciar" al animal aquí la recuperación es completa debido a que se extirpa todo y con eso la infección desaparece con lo extraído.


El tratamiento con medicamentos está indicado cuando el animal se lo quiere conservar para reproducción, cuando el estado sanitario no es el adecuado para resistir una operación y también por razones económicas.Introducción - PiómetraLas perras durante el período del celo presentan:Un incremento en el número y la actividad de las glándulas endometriales.


Una disminución de las contracciones del miometrio (musculatura del útero) y, por tanto, facilita la retención de las secreciones en el interior del útero.Alteración de la inmunidad propia del útero. Durante el celo, las bacterias (la más frecuente es Escherichia coli) que se encuentran en la vagina pueden ascender hasta el útero donde encuentran un ambiente muy favorable para su multiplicación.La utilización de algunas hormonas (estrógenos y progestágenos) para la prevención de las gestaciones no deseadas, predispone a la aparición de la piómetra.Las perras adultas o viejas tienen celos irregulares que predisponen a estos problemas, ya que tienen celo durante toda la vida.




Signos Clínicos


Los síntomas aparecen a las 3-6 semanas después del celo. Son muy variables, pero los más frecuentes son: apatía, anorexia (dejar de comer), fiebre (en un 20% de los casos), vómitos, polidipsia (beber mucho), poliuria (orinar mucho) y deshidratación.A veces, cuando la piómetra es "abierta" se observa una descarga de secreción purulenta por la vagina.Algunas perras llegan en estado de shock debido a las complicaciones graves secundarias a la piómetra como: septicemia (bacterias en la sangre), endotoxemia (toxinas en la sangre), peritonitis o insuficiencia renal.


Recomendación :


Recurre lo antes posible con tu médico veterinario para que trate esta urgencia de forma inmediata. El tiempo entre que empiezan los problemas y la actuación veterinaria es muy importante para la supervivencia de su perra.


Diagnóstico de la piómetra


La mayoría de las veces con la historia clínica y una buena exploración ya es posible emitir un diagnóstico. Otras veces, son necesarias otras pruebas complementarias para confirmar el diagnóstico, así: análisis de sangre (para valorar el número de glóbulos blancos y la funcionalidad renal), radiografías del abdomen o ecografías del aparato genital.


Tratamiento de la piómetra


Recuperar o evitar la presencia del shock en la perra. En esta fase la infusión masiva de fluidos en la circulación sanguínea es fundamental. También hay que controlar la funcionalidad renal e iniciar un tratamiento con antibióticos de amplio espectro.Una vez que la perra está estabilizada hay que entrar al quirófano para realizar una ovariohisterectomía (extirpar los ovarios y el útero).En las perras que estén estables y que presenten una piómetra "abierta", se puede aplicar un tratamiento médico con antibióticos y prostaglandinas (hormonas que aumentan las contracciones uterinas).
Con este tratamiento se intentaría mantener la capacidad reproductora de la perra, sin embargo, debido a la gravedad de la enfermedad y a la particular anatomía del útero de las perras, los resultados son menos satisfactorios.Pronóstico de la piómetraSi se opera de forma rápida las posibilidades de éxito son muy altas, sin embargo, si existen algunas de las complicaciones antes mencionadas las perras pueden morir durante la cirugía o días después de ésta. Si no se tratan adecuadamente las perras morirán debido a la gravedad de esta infección.
El tratamiento quirúrgico consigue una curación definitiva a utilización de un tratamiento médico ha de ser valorado cautamente por el veterinario y el propietario.Sin embargo hay que considerar que las perras que han cursado con piómetra normalmente quedan con una insuficiencia renal que debe ser tratada (generalmente vía alimentación) y controlada por tu medico veterinario de por vida.




Prevención de la piómetra:
Utilizar muy ocasionalmente los medicamentos anticonceptivos en las perras.
Operar a las perras que no se desea que tengan descendencia.
Hacer controles post parto del sistema reproductor con su médico veterinario